En estos tiempos que corren de crisis reviven las costumbres religiosas, se multiplican las cruces de mayo de hace un par de años acá y podemos disfrutar de momentos surrealistas como este. A un lado la fuerza del Caribe, cargada de razón y control del movimiento, auxiliada en su batalla por los hábiles brazos de unos niñ@s entregados.
A otro lado la banda ancha con su uniforme de gala, con el poder de sus trompetas y el respaldo de los ensayos en lugares apartados (para no molestar a los vecinos), la banda acompañante de la cruz de mayo del barrio, hecha con mucha ilusión, devoción e incluso religión.
¿Quién ganó? Sólo se sabe de la batalla que fué encarnizada y que se saldo con varias bajas en amigdalas cuenteras, algún que otro ojito rojo por el viento, y más de una maldición por lo "bajini".
Siesa Perri al pié de la calle disfrazada de cascara de pipa
domingo, 31 de mayo de 2009
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