YA TENEMOS EL CARTEL CUENTERO AL COMPLETO:
Marisela Romero, la bucanera danzarina, que viene bailando con ritmos venezolanos, arrastrando en un hatillo algún pan mordisqueado, un pescado ahumado y muchos cuentos plegaditos (que ella sabe mucho de plegá, por eso tiene mucho sitio en su armario cuentero), llega a Cádiz para pararnos en alguna esquina y mangarnos hasta las ganas de volver a nuestras casas.
También está Mariano Martinez, pirata de los que nunca duermen, de los que te hablan sin parar mientras te roban la cartera, de esos carismáticos que siempre te hacen llegar tarde a casa de tu abuela (es que es de Cartagena, y allí saben mucho de historias, y sino que le pregunten al Reverte), ya se ha montado en el caballo y viene hacia aquí (a ver cómo llega ese trasero).
Y esos Recuento, cuyos nombres resuenan por toda la sierra: Diego Magdaleno, gritan, Filiberto Chamorro, dicen y es que son piratas bandoleros, de trabuco y pañuelo, de caña, tapita y palabra sobre todo si se les invita (y la caña tiene que está fresquita, que son de Sevilla y allí hace una hartá de caló); esos Recuento vienen para acá tranquilos, que están más cerca y tienen que afilá sus cuchillos.
Por no hablar del corsario galán, el terror de los burdeles (y de los camareros que tienen que cerrar), el colombiano que siempre tiene algo que contar: Carlos Ortiz que esta vez viene acompañado de un amigo espadachín que le pondrá ritmo a su palabra (y a lo mejor le quita a alguna que otra pretendienta), y digo "esta vez" porque ya se le conoce y se le teme por estos lares.
Ahn, y el "brave heart" del mar, el poderoso del verbo, el de mirada inquietantemente atractiva capaz de captar durante horas los ojos ávidos de todos aquellos que escuchen sus historias, el brujo Aldo Mendez, que con voz melosa y algún que otro son (por algo es de Cuba) te clavará en el sitio. Descuidad, no teneis nada que temer si lo tratais como a un leoncito; además, es de los que siempre viene y ya tiene sus sitios cogidos.
Y finalmente, agazapada tras el balneario de La Caleta, Ana María Manteca les esperará a todos ellos cual Lola Pikonera y defenderá el fuerte gaditano armada de libros e imaginación (y algún que otro cañonazo, que no veas cómo se las gasta la Manteca de Cádiz). Y cantando "Con las bombas que tiran los fanfarrone..." y contando "Erase una vez..." se unirá a este Festival de cuentos.
Y eso es todo por ahora, a ver si nos dejan hablá un poquito, aunque sea para preguntar o hacer peticiones.
Marisela Romero, la bucanera danzarina, que viene bailando con ritmos venezolanos, arrastrando en un hatillo algún pan mordisqueado, un pescado ahumado y muchos cuentos plegaditos (que ella sabe mucho de plegá, por eso tiene mucho sitio en su armario cuentero), llega a Cádiz para pararnos en alguna esquina y mangarnos hasta las ganas de volver a nuestras casas.
También está Mariano Martinez, pirata de los que nunca duermen, de los que te hablan sin parar mientras te roban la cartera, de esos carismáticos que siempre te hacen llegar tarde a casa de tu abuela (es que es de Cartagena, y allí saben mucho de historias, y sino que le pregunten al Reverte), ya se ha montado en el caballo y viene hacia aquí (a ver cómo llega ese trasero).
Y esos Recuento, cuyos nombres resuenan por toda la sierra: Diego Magdaleno, gritan, Filiberto Chamorro, dicen y es que son piratas bandoleros, de trabuco y pañuelo, de caña, tapita y palabra sobre todo si se les invita (y la caña tiene que está fresquita, que son de Sevilla y allí hace una hartá de caló); esos Recuento vienen para acá tranquilos, que están más cerca y tienen que afilá sus cuchillos.
Por no hablar del corsario galán, el terror de los burdeles (y de los camareros que tienen que cerrar), el colombiano que siempre tiene algo que contar: Carlos Ortiz que esta vez viene acompañado de un amigo espadachín que le pondrá ritmo a su palabra (y a lo mejor le quita a alguna que otra pretendienta), y digo "esta vez" porque ya se le conoce y se le teme por estos lares.
Ahn, y el "brave heart" del mar, el poderoso del verbo, el de mirada inquietantemente atractiva capaz de captar durante horas los ojos ávidos de todos aquellos que escuchen sus historias, el brujo Aldo Mendez, que con voz melosa y algún que otro son (por algo es de Cuba) te clavará en el sitio. Descuidad, no teneis nada que temer si lo tratais como a un leoncito; además, es de los que siempre viene y ya tiene sus sitios cogidos.
Y finalmente, agazapada tras el balneario de La Caleta, Ana María Manteca les esperará a todos ellos cual Lola Pikonera y defenderá el fuerte gaditano armada de libros e imaginación (y algún que otro cañonazo, que no veas cómo se las gasta la Manteca de Cádiz). Y cantando "Con las bombas que tiran los fanfarrone..." y contando "Erase una vez..." se unirá a este Festival de cuentos.
Y eso es todo por ahora, a ver si nos dejan hablá un poquito, aunque sea para preguntar o hacer peticiones.
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